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miércoles, 22 de febrero de 2012

El solar de Kafka

Para uno que escribe bolígrafo en mano es terrible quedarse sin tinta en un momento en concreto. Es una sensación donde la fluidez de los pensamientos que en ese momento están asaltando tu imaginación se ven envueltos en un conjunto de improperios, insultos y maldiciones varias que hacen de ese ser tan creativo el máximo exponente barriobajero que uno pueda imaginar. Por eso, suelo llevar en el bolso junto a la cámara un mínimo de tres bolígrafos. Llamarme maniático si queréis, pero así son las cosas.
Para los que también sucumbimos a la informática, es igual de cruel, inhumano y desesperante la aparición de un virus en el ordenador propio. Ayer por la noche, me encontraba bien y con ganas de escribir sobre una idea en concreto. Antes, debía contestar un correo de un buen amigo Brasileño que vive muy cerca de donde resido, a través del Gmail. Mi sorpresa fue mayúscula cuando apareció un viejo conocido de cuyo nombre no quiero ni acordarme en forma de virus. Algunos lo llaman el virus de la doble tilde. O sea que yo, apretaba la tecla correspondiente para acentuar una palabra y el virus, creaba dos tildes antes de la vocal que iba acentuada. Algo de locos.
Esta vez me costó más de la cuenta su eliminación, pero afortunadamente, Internet, a la vez que es el propagador de tal mal, también es la mejor solución para el mismo. Después de visitar varios foros, probar algunas formulas mágicas sencillas y rezar al Dios de los bytes y del cyber espacio, instale dos programas complementarios para la eliminación de tal engendro. Esta mañana austral, con el miedo en el cuerpo, y la esperanza bañada en una taza de café, reinicie el ordenador, abrí el Word y escribí la palabra “así”. Bendita tilde encima de la i.
Qué bonita y que bien quedaba en su sitio. Ni más a la derecha ni más a la izquierda. Justo encima. Después probé con camión. Y pensé en el cabrón que había creado tal fenómeno. A quien por cierto, me gustaría poder fotografiar aunque fuese de espaldas y tomarme un café con él mientras me contaba el porqué de su acción.
Como esto, va a ser más difícil que superar esta crisis tan cabrona que nos rodea, que tiene nombre, apellidos, siglas comerciales y fotografías publicadas en las portadas de los principales periódicos del mundo, voy a seguir con lo mío, ver, escribir, fotografiar y estar algo más atento al antivirus, a los mensajes que recibo y los archivos que abro.


Curiosamente esta última semana ha sido la simbiosis de las enfermedades virales. Un virus me ataco desproporcionadamente el jueves de la semana pasada. Me hizo caminar por la senda de la fiebre, que es más o menos el LSD de los menos pudientes. Donde lo irreal se mezcla con la imaginación y ahí te quiero ver, morena. Mi lucha se basó en sustituir la cantidad de líquido que perdía a través de los poros de mi piel y un viejo remedio a base de leche, ron y café bien caliente entes de enfrentarme a Morfeo. Sin olvidar a mi querida, admirada y tan preciada Couldina como complemento de mis acciones de guerrillero viral. El resultado aun lo arrastro, pero la fiebre desapareció dando paso a una gripe de esas de estornudo fácil, nariz roja de tanto clínex de celulosa gastado y una tos que al producirse me recuerda el sonido vacio de algún que otro tambor de una etnia brasileña.
En medio de tal confusión apareció el otro virus, atacando el buen gusto de la escritura y la comprensión adecuada en una buena lectura. Semana de virus. Pero es lo que hay o para ser más justos… lo que hubo. Todo ello, que es una pequeña parte de lo vivido y lo sentido me lleva a un viejo solar porteño donde el entorno lo convierte en una escena kafkiana. Al igual que mi semana.

Clicar aquí para ver la serie completa:
Copyright © By Jan Puerta 2012.
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com

8 comentarios:

  1. Febril entrada.
    Encadenando virus desde el acento hasta la garganta.

    Kafka ya ha llegado a los solares...

    Besos.

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  2. Espero que pronto - Kafka y coululdina de por medio- te repongas de tus virus tildeanos y gripeanos.

    Un abrazo

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  3. Hola Jan.
    Es que cuando andala bruja Averia madre mía parece que todo se estropea.
    Me alegro, que solucionaras lo de la tilde.
    yo llevo unos días qu7e t3engo que encender muy pronto el ordenador, porque la pantalla empieza a parpadear y yo venga con el ratón y enciende y apaga el botón hasta que se queda quieta y encendida todo el día hasta que apago el ordenador.
    En cuanto a la gripe cuídate mucho.
    El sudar en la cama, tambi´rn es bueno, al menos así curaban mis refriados de pequeña, aspirinbas y a sudar.
    Bueno Jan esperemos que no ataquen más estos virus.
    Ah sino pasa nada el día 10 Montserrat Sala y yo por fin nos conoceremos, porque voy al encuentro bloguero en Barcelona.
    Iré en el euromed ida y vuelta el mismo día, pero me hace mucha ilusión.
    Una abraçada, Montserrat

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  4. Espero que te encuentres mejor y te recuperes lo antes posible. La foto, ¿coincidencia o algo más? jeje.

    Abrazos.

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  5. Te deseo una total mejoría Jan.
    Dale a la couldina que ya veras ...
    Un abrazo

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  6. ... sonido vacio de algún que otro tambor de una etnia brasileña ... Jannnnn ... eso suena mal, o ya se han acomodado tus oídos a ello ?
    Mientras la cosa quede ahí y no vaya a más. Sino habrá que pensar en ir a visitar al chaman de la etnia y por favor pedirle que dejen de tocar los .... tambores.
    Un abrazo Jan y cuidarse que es lo que toca ahora más que nunca.

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  7. Hola Jan, vamos que no has dejado lugar al aburrimiento, con tanto virus, de los unos y de los otros.
    A ver si te recuperas pronto.

    Un abrazo

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  8. Jan, con semejante "remedio" esos virus estarán esperando la ingesta. A mejorase.

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