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jueves, 13 de mayo de 2010

Olla podrida


“Sancho Panza… gobernador de bronce”

Si no quieres quedar atrapado por Don Quijote no hagas clic en este enlace:
Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda
Cap. 2.49

Iniciamos el capitulo con el enojo de Sancho, provocado en parte por la decisión del doctor Pedro Recio quien le prohibió comer medico aduciendo entre otras cuestiones a los aforismos de Hipócrates. En esta ocasión y después de escucharlo de nuevo, opta por darle de cenar un salpicón de vaca con cebolla y unas manos cocidas de ternera, aunque estas últimas estaban ya entradas en días.
La alusión cervantina al comer popular en detrimento de lo que hoy en día se llamaría cocina creativa, alquímica o de texturas volumétricas viene de la mano de Sancho, quien no duda en preferir una olla podrida, -cuanto más podrida es, mejor huele- ante manjares que su estomago recibe con melindre y algunas veces, con asco. Imagino que Ferrán Adriá, si tiene el Quijote, le debió de borrar esta frase con tipex.
A partir de la cena, Sancho sale a ejercer de gobernador en la calle. Acompañado del mayordomo, el secretario y maestresala. También el cronista, que tenia cuidado de poner en memoria sus hechos. Así mismo también le acompañaban alguaciles y escribanos. Tantos, que podían formar un mediano escuadrón.
Sancho se enfrenta a dos acontecimientos ejerciendo de gobernador con la perspicacia a la que ya nos tiene acostumbrados.
Cervantes nos obsequia con un tercer suceso donde los duques son totalmente ajenos a él. Un caso fortuito donde dos corchetes traían asido a un hombre que no lo era, sino mujer. Al ver al gobernador, le presentan el caso mientras el maestresala esta a la expectativa para ver como transcurren el acontecimiento, ya que sabe que no forma parte de la burla.
La doncella quien ha pasado los últimos diez años encerrada por su padre, sin dejarla salir a la calle, sale disfrazada de hombre con su hermano, quien a la vez se disfraza de mujer para salir a ver mundo. La historia que cuenta la hija, es corroborada más tarde por el hermano quien también es apresado. Sancho, palabrero como viene siendo habitual, toma por decisión acompañarlos hasta casa de sus padres, quien seguramente aun no habrá notado la ausencia de ambos, además de reprimir las ansias de “ver mundo” con sus consabidos refranes lapidarios…
“La doncella honrada, la pierna quebrada y en casa” “La mujer y la gallina, por andar se pierden aina” “Y la que es deseosa de ver, también lo es de ser vista” terminado la arenga con un… no digo más.
Quien parece ser que saca más provecho es el maestresala, quien queda prendado de la belleza de la hija de Diego de la Llana, pensando en pedírsela por esposa, creyendo que no se lo negaría por ser el, criado del duque. Al mismo tiempo, Sancho pensó en casar al hijo de Diego Llana con su Sanchica, entendiendo que a la hija de un gobernador, ningún marido se le podía negar. Dos posiciones sociales diferentes con el denominador común del matrimonio de conveniencia.
Se termina la ronda adelantándonos el final de la ínsula a dos días vista, pero esto lo veremos a partir de la próxima semana.



Imagenes quijotescas

Esta tarde me encontraba delante del ordenador personal.
Esta era mi visión sobre todo lo que me rodeaba…


Grabados quijotescos
Edición de 1893 editada en Londres

Clic en las imágenes para verlas mejor
“Quijote”

Copyright© By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyright del autor
janpuerta@gmail.com

9 comentarios:

  1. Me ha hecho mucha gracia lo de Ferrán Adriá. Seguro que sí borraría ese pasaje con tipex... Besotes quijotescos, M.

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  2. De esa manera también fotografíe yo mis primeras lecturas...amigo los personajes de este capítulo intentan sacar "cacho" de las circunstancias y Sancho aprende y lo manifiesta pasos agigantados...pero...que poco le queda de disfrute... ¿disfrute?...un abrazo

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  3. Sancho habría sifo un gran chef hoy en día, de cocina casera, eso sí, pero seguro que tan sabrosa como las mas elaboradas delicatessen de las actuales estrellas de loso fogones.

    Besos

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  4. Estupendo comentario Jan. A mi me llama mucho la atención este capitulo, y una frase que suelo usar desde hace años y que se me quedó: "la que tiene deseos de ver tambien tiene deseos de ser vista".

    Un abrazo.

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  5. A proòsito de estas frases, mi amigo Ciríaco decia: que el que iba a misa a las 7 de la mañana, iba para que Dios le viera, el que iba a las 9 de la mañana era para ver a Dios, i el que iba a la una del mediodia , lo hacia para que le viera todo dios. Muy malo. Lo sé. Saludos.

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  6. aquí en la Mancha hay un cocinero de reconocido prestigio. Manuel de la Osa en Las Pedroñeras regenta su restaurante "las rejas", gran conocedor de la cocina tradicional manchega y por que no decirlo del Quijote a elevado a la categoria de alta cocina ingedientes tan humildes como el ajo. En el último encuentro de cocineros de Madrid Fusión Ferrán Adrián dijo durante su ponencia y ante un auditorio repleto de cocineros, prensa internacional, etc, etc... que este cocinero manchego a su parecer era el mejor de España cocinando la caza. Por cierto, Ferrán ha tenido este último año unos éxitosos platos de liebre y se suele decir por ahí que es de bien nacido ser agradecido.

    por cierto mira esto:

    http://www.restaurantearsnatura.com/


    un abrazo manchego.

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  7. En efecto, Jan, el elogio de que cada uno coma según su natural es propio de la mirada cervantina. Y mil gracias por dejarnos ver tu lugar quijostesco de trabajo.

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  8. Sancho tiene las mismas luces de noche que de día, ejerce de gobernador con todas de la ley. Con tanto trabajo y tan poca comida no me extraña que los abandone. Alguno de los "sin oficio ni beneficio" se lo agradecerá.

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  9. Este es el segundo comentario, el primero se se fuè a la mmmmmmmmm.

    Desde que PEDRO en su momento me explicò en que consiste la olla podrida, te cuento que lo entiendo a Sancho, porque a mì tambièn me gustarìa comerla.

    Ah, y muy lindo el lugar en dònde te inspiras. Besos.

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